Quien no ha sentido un dolor o síntomas del resfriado u otro padecimiento, y antes de acudir al médico buscamos por Internet o le preguntamos a amigos, vecinos, familiares y/o conocidos acerca de lo que podemos tomar para mejorar nuestro síntoma.

Pero quizás es el error más grave que podemos cometer y a continuación les explicaré el porqué de esto.

Los medicamentos son compuestos químicos que han salvado muchas vidas, principalmente los antibióticos.

Pero la iniciativa de tomar un medicamento sin el conocimiento de lo que puede hacer a nuestro cuerpo.

Ya sea porque nosotros mismos nos automedicamos o porque alguien que no sea un profesional de la salud, nos lo recomendó, puede tener consecuencias para nuestra salud o para todos.

Por ejemplo:

• El síndrome de reyes es ocasionado por la aspirina en menores de 16 años.
• La falla hepática fulminante por tomar más de 4 gramos de acetaminofén.
• Los padecimientos gastrointestinales que trae el consumo de Anti-Inflamatorios No Esteroideos.

Y así puedo seguir enumerando los efectos adversos que puede ocasionar cada uno de los medicamentos o las interacciones que existen entre estos y los cuales traen secuelas para quienes consumen de manera no controlada los mismos.

Otro aspecto importante a tomar en cuenta antes de tomar medicamentos es que muchas formulaciones que existen en el mercado actualmente vienen con multifarmacos, es decir, que contienen dos o más medicamentos.

Muchos de los pacientes toman dos o tres medicamentos de este tipo, significa que pueden estar tomando varias veces el mismo medicamento.

En general, la automedicación puede tener consecuencias como:

• Un diagnóstico inadecuado por creer que tiene otra enfermedad y estar tratándola inadecuadamente.
• No obtener un tratamiento oportuno de la enfermedad
• La aparición de resistencias bacterianas.
• El aumento para los pacientes de los costos por tener que pagar los medicamentos automedicados y luego el tratamiento adecuado para su recuperación.
• Las interacciones entre los medicamentos.
• La pérdida de seguimiento y control de los tratamientos de cada paciente por parte del médico y/o farmacéutico.

Por lo que he mencionado anteriormente, antes de tomar cualquier medicamento sin una receta médica, consultes a un profesional de la salud, ya sea un médico, odontólogo, enfermera y/o farmacéutico.